Piensa siempre, de forma positiva.
Cada vez que un pensamiento negativo viene a tu cabeza, cámbialo por otro!
Para eso, es preciso mucha disciplina mental.
No la adquirirás del día para la noche. Así como un “atleta”, debes entrenarte mucho...
No te quejes.
Cuando reclamas, tal cual un imán, atraes hacia tí toda la carga negativa de tus propias palabras. La mayoría de las cosas que andan mal, comenzaron a materializarse cuando nos lamentamos.
No dejes que interferencias externas se acumulen a tu vida diaria.
Líbrate de rumores, comentarios maliciosos y gente deprimida. Eso es contagioso... Sé intuitivo! Sintoniza con gente positiva y de alto astral.
No te enojes con facilidad y no des importancia a pequeñas cosas. Cuando nos irritamos, envenenamos nuestro cuerpo y nuestra mente. Procura convivir con serenidad y cuando tengas ganas de explotar, cuenta hasta diez.
Vive el presente.
El ansioso vive en el futuro. El rencoroso, vive en el pasado. Aprovecha aquí y ahora. Nada se repite, todo pasa. Haz que tu día valga la pena... No pierdas tiempo en lamentaciones y preocupaciones, pues sólo traen enfermeda
El agua purifica.
Siempre que puedas anda a la playa, a un río o cascada. En casa, cuando estés, bajo la ducha, con los ojos cerrados, imagina que tu cansancio físico y mental y toda la carga negativa está siendo eliminada agua abajo.
No dejes que la “saudade” te abrume, que la rutina te atrape, que el miedo te impida intentarlo...
Libérate!!! Siempre que puedas líbrate de la rutina y toma el camino, aunque sea por un día.
Conoce nuevos lugares y nuevas personas.
Vive la Vida !!!!
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