La Cartomancia es el arte de adivinar el futuro por medio de cartas. Las cartas que se usan en la cartomancia pueden ser naipes normales (52 cartas) o cartas del Tarot (78 cartas). Las cartas del Tarot probablemente fueron introducidas por los gitanos o los cruzados durante el siglo XII o XIII de nuestra era.
La Cartomancia es un Arte esencialmente adivinatorio que se desarrolla a través de un contacto telepático precognitivo entre un cartomante y su consultante. Ello tiene lugar instaurado en una cadena mágica que apoya la simbología dibujada en las cartas y permite ver más allá del espacio y del tiempo, y permite ver el desarrollo de los acontecimientos que afectan a quien consultan a un cartomante.
“Una imagen vale más que mil palabras” cobra mucho sentido en el caso del Tarot ya que cada lámina contiene un dibujo creado a partir de la simbología milenaria. Nada está hecho al azar porque hasta la posición de los ojos o las manos de personaje de la carta está diciéndonos algo. Los colores, los espacios, la vegetación o ausencia de ella. El fuego, el agua, una flor, un animal. Todo, todo lo que está dibujado en cada carta nos está hablando. Por eso es muy importante un profundo conocimiento esotérico para comprender el significado de cada carta y para poder explicarle al consultante los procesos que está viviendo y las herramientas que posee para sobrellevar ese proceso. Y aquí hay que poner mucho ojo, porque es un deber del tarotista mostrarle los caminos al consultante, pero jamás debe elegir por él o manipularlo.
La función del Tarot entonces es que el consultante tenga con profundo encuentro consigo mismo que lo lleve a reflexionar sobre su vida. Quizás no le puedas decir cuando aparecerá el amor de su vida, pero si puedas orientarla en los pasos que debe dar para que aparezca o las razones por las que no llega.
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