Abro el camino para mayor prosperidad en el Año Nuevo al morar en lo más elevado y mejor de mí y en toda expresión de vida. Apreciar lo bueno en mi mundo eleva mi ánimo y profundiza mi gratitud.
Mi prosperidad puede que incluya un pasatiempo que me aquieta, un trabajo que disfruto o una silla favorita. Quizás disfrute de cosas sencillas tales como tomar café o mirar fotos de familiares y amigos.
Al demostrar gratitud por lo que tengo, amplifico mi prosperidad. Encuentro lo que busco; aumento aquello en lo que pienso. Como dijo Jesús: “Si ustedes creen, todo lo que pidan en oración lo recibirán”.
Este año afirmo mayor éxito y felicidad dando gracias a Dios por las riquezas ya presentes en mi vida.
Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos alegraremos y regocijaremos. Salmo 118:24
0 comentarios:
Publicar un comentario