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domingo, 1 de julio de 2018

¿Qué son las #HabilidadesTransversales?

Una competencia profesional es el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes requeridos para desempeñar exitosamente un determinado puesto de trabajo. En definitiva, un conjunto de resultados de aprendizaje que se activan durante la realización de una tarea.



Las competencias transversales (también conocidas como competencias conductuales) se llaman así porque son transversales a cualquier rol, función, oficio o profesión; es decir, ¡son fundamentales para todos! 

Vivimos en un mundo cambiante, en un entorno laboral marcado por la competitividad que implican la globalización y el vertiginoso avance de la tecnología. Ser un profesional competente y adecuado para este nuevo escenario requiere que trabajemos en el desarrollo y la adquisición de competencias transversales. 

Para este articulo hemos seleccionado seis (6) competencias (desglosadas en habilidades o conceptos más específicos) que han sido identificadas como clave por diferentes empresas, por lo que trabajar en ellas para adecuar tu perfil profesional al máximo hará que te conviertas en un candidato más empleable y en un profesional con mayor potencial de desempeño.


#1. Autoliderazgo es la capacidad de poder liderarse a uno mismo, implica hacernos responsables de nuestra realidad, la cual construimos con nuestras posibilidades, nuestros límites, y con la capacidad que tenemos para elegir cambiarla o no. Implica autoconocimiento y fe en uno mismo, tomar conciencia de nuestro propio poder. Nuestra vida está condicionada por muchos factores, ¡pero no está determinada! Ahí radica esencialmente también nuestra libertad como seres humanos. Las 4 claves del autoliderazgo: coge las riendas de tu vida

#1.1. Autoconocimiento: Es resultado de un el proceso reflexivo mediante el cual la persona adquiere noción de su persona, de sus cualidades y características. Si no nos conocemos bien (nuestros valores, emociones, creencias, atributos personales…), no podremos gestionar nuestras capacidades para influir en nuestros resultados, y tampoco podremos comprender y trabajar con los demás. Necesitamos conocernos a nosotros mismos, ser conscientes de cuáles son nuestras fortalezas y áreas de mejora, aprender a identificar nuestros estados de ánimo y las consecuencias que éstos pueden tener en nuestro comportamiento. Como todo proceso, tiene en diversas fases, como: autopercepción, autoobservación, memoria autobiográfica, autoestima, autoaceptación
“Conocer a bien a los otros es inteligente, conocerse bien a si mismo, es sabiduría”. Einstein.
#1.2. Proactividad: Ser proactivo es hacer que las cosas pasen, influir en lo que nos rodea para conseguir nuestros sueños y proyectos. En la vida, la libertad de poder hacer es una oportunidad de hacernos responsables de construir la vida que queremos. ¿Y si en vez de esperar a que todo cambie a nuestro favor por sí solo, comenzamos a dar pasos hacia nuestro sueño?
#1.3. Autoeficacia: La interpretación mental que hacemos de nuestros éxitos y fracasos influye poderosamente en la confianza que tenemos en nosotros mismos. El poder de nuestro cerebro es tal que puede influir en nuestros resultados: si creemos que podemos, se encargará de poner en funcionamiento todo nuestro potencial; si creemos que no podemos, nuestro cerebro pensará que es verdad y no sacará provecho a nuestro talento. Creer es crear… ¡y viceversa!
#1.4. Objetivos: Una vida personal o profesional sin objetivos es una vida sin rumbo, sin motivación, sin esfuerzos que merezcan la pena y sin aprendizaje. En coaching decimos que una visión es un sueño con objetivos y... ¡con un plan de acción!; de lo contrario, soñando y soñando nos quedaremos...
Saber marcarnos objetivos es el primer paso para conseguirlos, para movernos del lugar en el que estamos hoy y acercarnos al lugar en el que queremos estar mañana. 
¿Lo que haces hoy te acerca al lugar donde quieres estar?

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